Haciendo historia es un libro de John Elliott
publicado hace unos meses por la editorial Tecnos. Tiene bastante de
autobiografía, y considerando eso el título puede resultar presuntuoso, pero hay
que decir que el título original, History
in its making, seguramente no lo es tanto.
Elliott es un historiador consciente de estar
haciendo historia con minúscula, es decir, historiografía. Con ochenta años
largos, ha querido también hacer un poco de teoría de la historia (siempre con
minúscula), y que lo haya hecho recorriendo retrospectivamente su propia obra
no me parece censurable: al revés, lo vivencial es garantía de autenticidad.
Así, por ejemplo, Elliott explora las posibilidades y los límites del género
biográfico para la comprensión del pasado rememorando sus sucesivos
acercamientos a la figura del Conde Duque de Olivares; habla de la historia
nacional y transnacional en paralelo a la narración de sus primeras investigaciones,
que darían lugar a su tesis sobre La rebelión
de los catalanes; propone vías nuevas para el desarrollo de la historia
comparada desde su experiencia como estudioso de los modelos español e inglés
de colonización americana, etc.
Son trabajos que, vamos a decirlo todo, yo no he
leído. Yo de Elliott, aparte de Haciendo
historia, solo he leído La España
imperial (1479-1716), un manual escrito en los años sesenta que en
sucesivas ediciones ha ido siendo revisado y actualizado. Me sorprendió, cuando
lo leí, que algunas batallas que me habían hecho aprender en el bachillerato ni
las mencionaba (Pavía y San Quintín, me parece recordar). Pero daba
explicaciones brillantes sobre cuestiones decisivas. Me quedó muy claro, sobre
todo, que si la España de los Reyes Católicos se convierte de pronto en una
gran potencia es por la síntesis de la experiencia política de la Corona de
Aragón y la energía de Castilla. Luego, sin embargo, las cosas se estropean, no
raramente por motivos banales. Cataluña queda fuera del comercio americano por la
vieja vinculación de los banqueros genoveses con los negocios castellanos, precedente
a la unión de Castilla y Aragón. El saneamiento político promovido por Olivares
se malogra por una inoportuna intervención en Mantua, en torno a una cuestión
sucesoria que da origen a una desastrosa cadena de guerras. En el último cuarto
del siglo XVII, Cataluña recupera su dinamismo económico gracias, en buena
parte, a la inmigración francesa, que le pone en contacto con una Europa de
nuevo en fase ascendente, pero para entonces Castilla ha entrado
definitivamente en declive…
Elliott es un hispanista cuyo amor a España no le
impide señalar dónde la historia de España ha tomado caminos a su juicio equivocados:
en Flandes, por ejemplo, con Felipe II. Es, además, un enamorado de Cataluña, y
que no aplauda, por ejemplo, algunos hechos de la rebelión contra Olivares
responde a la misma lógica. En eso no está solo, tiene buena compañía de
historiadores catalanes: sobre todo, Jaume Vicens i Vives, el historiador del seny y del pactisme. A él dedica Elliott, en Haciendo historia, algunas páginas luminosas.
Nessun commento:
Posta un commento